miércoles, 29 de abril de 2009

El buitre

"Un buitre me picoteaba los pies. Ya había desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego proseguía la obra.
Pasó un señor, nos miró un rato y me preguntó por qué toleraba yo al buitre.
- Estoy indefenso- le dije-, vino y empezó a picotearme, yo lo quise espantar y hasta pensé torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies: ahora están casi hechos pedazos.
- No se deje atormentar- dijo el señor-, un tiro y el buitre se acabó.
- ¿Le parece?- pregunté- ¿quiere encargarse del asunto?
- Encantado- dijo el señor-; no tengo más que ir a casa a buscar el fusil, ¿puede usted esperar media hora más?
- No sé- le respondí, y por un instante me quedé rígido de dolor, después añadí-: por favor, pruebe de todos modos.
- Bueno- dijo el señor-, voy a apurarme.
El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco, retorcedió para lograr el ímpetu necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca, profundamente. Al caer de espladas sentí como una liberación; que en mi sangre que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitre irreparablemente se ahogaba."

Franz Kafka