
Laberinto de calles
que nunca conducen a la plaza.
Atravieso todos los puentes que son el mismo mientras sigo
el eco de tus pasos.
Creo verte y te veo. Llega la certeza:
Tú eres el laberinto por el que Praga se pasea,
yo llevo bombín y traje austero,
tengo una flor en la mano,
me la regalo.